Decidí no esperar a las oportunidades, sino yo misma buscarlas. Decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución. Decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis. Decidí ver cada noche como un misterio a resolver.

Aquél día que dejé de temer a perder, y empecé a temer no ganar. Descubrí que no era yo el mejor, y que quizás nunca lo fui. Me dejó de importar quien ganara ó perdiera, ahora mismo me importa mucho más simplemente saberme mejor que ayer.
Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino jamás dejar de subir. Aprendí que el mejor triunfo que puedo tener, es tener el derecho de llamar a alguien "Amigo". Descubrí que el amor es más que un simple estado de enamoramiento.
Anoche dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados, y empecé a ser mi propia tenue luz de este presente.