Al niño al que le decís bruto, quizás tiene problemas de aprendizaje.
A la niña a la que acabás de llamar fea, pasa horas arreglándose para que personas como vos la acepten.
Del niño que te burlás en la escuela, quizás recibe abuso en su hogar como para que los demás sigan destruyendo su autoestima.
DIGAMOS QUE NO A LA DISCRIMINACIÓN.